Texto basado en el relato de nuestro amigo Josechu, que lo publicó originalmente en Facebook.
CAPÍTULO I: De ruta por Atlanta (Georgia), otra historia para mi libro, que algún día saldrá todo a la luz.
Hay cosas que no se pueden explicar con palabras, hay que vivirlas.
Resulta que llegamos con un tiempo maravilloso a Atlanta pero todo lo de maravilloso se quedó en eso.
A un amable policía se le ocurrió pasarme a la dichosa sala de la policía, bueno y como yo, a una docena más de españoles que perdieron su vuelo, entre ellos una policía de Madrid que resultaba que es de las únicas que anda en bici de uniforme por Madrid, bueno muy maja!.
A lo que íbamos, que a los muy… se les ocurre a 10 minutos de salir el vuelo decirme puede irse… vale gracias!, aún por encima y ya me veis con mis dotes de atleta recorriendo el eterno aeropuerto de Atlanta para llegar 8 minutos tarde, jejeje me hizo una gracia que no veas, aún me estoy riendo… pues después de todo esto, tuve que sacar mis dotes de diálogo en el idioma universal para conseguir un nuevo vuelo, eso claro, 24 horas después, casi nada jejeje.
Y a todo esto os preguntareis por mi amigo, pues menos mal que me pudo dar un puñado de dólares antes de irse, ahora mismo estará en Managua preguntándose que estoy haciendo, o donde estoy, pues amigo, aquí estoy, en un maravilloso hotel a las afueras de Atlanta, que me ha costado 60 dólares americanos. Esta fue la mejor opción que elegí entre las dos que tenía, ya os imaginareis cual era la otra!, y eso que había unos buenos sofás, jejeje, pero bueno mi instinto aventurero me llevó a adentrarme en las entrañas de Atlanta.
Bueno creo que me voy a ir a dormir que para mi son las 3 de la mañana aunque aquí sean las 9 de la noche. Pues lo dicho ya os seguiré contando mi aventura, ya igual de esta hasta me quedo por América y todo, jejeje…
Bueno amigo este mensaje es especial para ti: mañana llegaré a la misma hora que tú hoy. Tienes dos opciones o bien irme a buscar al aeropuerto o mandarme un correo antes de las tres de la tarde con la dirección del hotel donde estás alojado, y búscame una bici.
Ah!, y dime si han llegado las maletas y la bici para ver si están en Atlanta para que pueda leerlo antes de embarcar a la ciudad del nunca jamás.
Se me había olvidado contaros que también se me a acabado la batería del móvil por la tarde o sea que no me intentes llamar, sin comentarios!
Pués lo dicho espero que estéis todos bien, yo por ahora voy sobreviviendo a las durezas de la vida… un saludo
CAPÍTULO II: De ruta por el mundo, sin bicicleta ni equipaje, ni vergüenza, y con poquísimo dinero!
AL FIN HE LLEGADO A MANAGUA, no me lo creo!, jejeje.
He llegado sano y salvo a las 8:30 hora local, que vienen siendo 8 horas menos que en España y 2 horas menos que en USA.
No os podéis imaginar como es esto, el mismo calor que en Cuba [que recorrimos en bici en 2009], el mismo olor, sólo que con más peligro.
Nada más llegar hemos ido al hotel y después nos hemos ido a cenar, a dos cuadras de distancia! Nos han puesto un poco de vaca que estaba más dura que… en fin, el hambre es lo que tiene, pero lo mejor el chiringuito, sin duda alguna, con una terraza muy chula toda floreada con muchas lucecitas.
Y así ha transcurrido el día de hoy, mañana el objetivo será recuperar el equipaje y comprar una bici, bueno y que no nos roben!, porque según dicen, hay que tener bastante cuidado sobre todo en el bus y en algunas zonas, la verdad que se nota que sí hay peligro, los hoteles con seguridad privada y la policía fuera de los locales, bueno en lo poco que hemos visto.
Bueno y con ésto os dejo para irme a dormir. Hora local 12:50 de la noche, desde Managua, ésta es la segunda entrega de mi reportaje.
Si queréis leer la tercera no os impacientéis! Algún día saldrá a la venta, jijiji
Bueno lo dicho un saludo y besos.
CAPÍTULO III. De ruta por Managua (Nicaragua), ciudad sin ley.
Bueno a día de hoy 16 de agosto de 2010 desde la ciudad de Managua parece que las cosas empiezan a coger su rumbo.
Después de estos tormentos que hemos dejado atrás estos días pasados, parece que empezamos a ver la luz.
Hoy nos hemos levantado bastante temprano, sobre las 7 de la mañana, hemos cargado las pilas con unos penosos y grasientos frijoles con huevo, plátano frito, en fin, comida criolla. Después del maravilloso desayuno, hemos pedido información en el hotel de donde podríamos comprar una bici a buen precio y también que podríamos visitar de esta, abandona y medio derrumbada ciudad. Como ya veis no tiene muchas cosas buenas.
Ya sobre las 9 de la mañana nos hemos dirigido a unos de los puntos más peligrosos de la ciudad donde no aconseja meterse a los turistas sobre todo si tienen pinta de yankee de la NASA y llevan un libro que pone NICARAGUA, jejeje, sin comentarios, en fin, nos han aconsejado ir en taxi al famoso mercado oriental, y bueno una grata sorpresa cuando vi aquella fiera de la carretera, dije para mi, – para que quiero mi diamond back teniendo este pedazo de pepino, jejje, bueno lo mejor ha sido cuando me han dicho que valía 65 dólares americanos la bici nueva, no le he visto la cara a mi amigo, pero bueno me imagino lo que le debió pesar traer su viejo hierro por 200 euros.
Pues nada que ya le dije al muchacho de la tienda – pon la bicicleta a punto, que mañana por la mañana paso a buscarla.
Después de esta carga de energía que me dio ver mi compañera de viaje nos fuimos a hacer un tour en un barco por el lago de Managua, el más contaminado de América Central, ya os lo podéis imaginar.
Al finalizar nos dirigimos como auténticos machos ibéricos a callejear un poco por la ciudad de Managua. En el transcurso visitamos un museo, que era el Palacio Nacional, la destruida por los terremotos, Catedral de Santiago y, bueno, de camino también vimos un Mazda del año de la pepa, que la verdad era más antiguo que ninguna pieza del susodicho museo.
Ya dirigiéndonos, de aventureros, por el centro de la ciudad retando al peligro, le preguntamos a unas encantadoras meninas hacia donde nos teníamos que dirigir para llegar a nuestro hotel. Después de explicarnos nos aconsejaron coger un bus, pero le dijimos que no teníamos dinero y aparte que queríamos ir andando. Bueno la anécdota fue cuando oigo alguien que me llama, yo me giro y veo a la amable chiquilla ofreciendo su poco dinero para coger un bus, bueno, entrañable!, yo creo que hasta al más malo se le enternecería el corazón, jejeje.
Tengo sueño, me estoy enrollando demasiado, voy a tener que abreviar un poco, que mi compañero ya debe de estar en el quinto sueño.
Después de llegar al hotel, ducharnos y eso, nos hemos dirigido a un centro comercial a comer y allí hemos encontrado a un compañero que está hospedado en el mismo hotel que nosotros. Es del Salvador, se llama Ricardo y viene aquí cada 15 días por trabajo, osea que ya sabe como funciona ésto y nos llevó a otro centro comercial aún más grande que el otro pero ya para gente más selecta, de la clase alta, o sea, los burgueses, la verdad es que había de todo y de primerísimas marcas, otro universo fuera de la ciudad de Managua, un mundo aparte, hecho diferente dentro de una ciudad con muchísima pobreza, en fin la vida es así, hasta había un restaurante español!.
Después de esta visita nos hemos dirigido a ver si por fin había llegado mi equipaje y la bici de mi amigo.
Ya en el aeropuerto, después de mediar el precio de la carrera con el taxista, con un poco más de experiencia en el regateo, el precio lo hemos reducido desde 20 dólares a 15, y ya en el próximo viaje en taxi, aún lo reduciremos más gracias a mis dotes de regateo, jejeje. Ya dentro del aeropuerto, en la puerta de desembarque del vuelo que vuela desde Atlanta nos hemos puesto a mirar por el cristal como salía el equipaje, rezando para que llegaran nuestras cosas, y de repente vemos salir una caja de cartón destrozada por todo sitio que hubiere, BINGO!, el hierro de mi amigo, no lo creíamos. Impacientes a que apareciera mi alforja, todo se quedó en eso, una ilusión. Claro, eso nos lleva a otro día parados en Managua sin poder poner rumbo a nuestra trepidante vuelta cicloturista por tierras Nicaragüenses.
Ya de regreso al hotel, nos hemos ido a cenar a un fantástico asador, lujoso y con una comida fantástica sólo que un poquillo caro para ser en Nicaragua, pero el restaurante se lo merecía. Un sitio elegante, para gente con clase, jejeje, unos 17 dólares por persona, casi una sexta parte del sueldo de un nicaragüense. Bueno y después de eso, aquí me encuentro con ganas de irme al sobre, que será en breve.
Y así me despido de mis lectores, de nuestra crónica a la espera de que me pidáis la siguiente entrega, no antes sin recibir alguna crítica, y así damos por finalizado nuestro, parece que primer paso sólido de nuestra trepidante aventura por tierras centroamericanas, un saludo, besos.
CAPÍTULO IV. Cambiando el itinerario de la ruta. Cada vez nos quedan menos días !
Otra vez desde Managua, esta maravillosa ciudad.
Hoy no hemos madrugado mucho aunque el calor y la luz que entra por la habitación ya te echa de la cama. Hoy hemos cambiado el desayuno criollo por un poco de fruta de temporada. Ya agobiado de tantos días sin hacer nada de ejercicio el cuerpo me llevaba pidiendo algo de caña, aunque sin un buen equipaje deportivo me eché al sofocante asfalto, a desprenderme de algunas toxinas que circulan por mi cuerpo, eran ya las 10 de la mañana y la verdad que es normal que en este país no haga deporte nadie con el calor que hace, 25 minutos corriendo me parecieron como 1 hora en España, del sofoco del calor.
Bueno, ya después de llegar de correr una duchita y como nuevo.Había que ponerse en marcha. Una llamada al aeropuerto para confirmar si mi alforja llegaba hoy para poder hacer planes de ruta y empezar por fin nuestra primera etapa en bici, que es a lo que veníamos!. Ya, mi amigo haciendo sus cábalas y con impaciencia de perder más tiempo en esta ciudad maquinamos una nueva ruta,volar en avioneta hasta la isla del Maíz, situada en el caribe nicaragüense, y regresar en dos días y así asegurarnos al regreso tener la ambicionada y necesaria alforja, para empezar nuestra primera etapa del tour nicaragüense.
Bueno pues dicho y hecho una pequeña reserva por internet, hacer una pequeña mochila y partir para nuestro nuevo destino, no sin antes dejar resuelto otro de nuestros cada vez menos problemas. Llamamos al taxero y arrancamos al mercado a comprar la bicicleta para dejarla preparada a nuestro regreso, ya de paso nos llevó al aeropuerto a coger nuestro vuelo hacia nuestro nuevo destino.
Impresionante el vuelo en una avioneta de 12 plazas. Al principio me dieron temblores y hasta me costaba respirar del acojone que daba montar en ese aparato llamado avioneta. Se pasó rápido el miedo y tuvimos un vuelo agradable, ya en tierra más felices que en el aire, hay que ser realistas, nos quedaba encontrar alojamiento y como siempre en estos casos no iba a faltar un taxero que te diera información detallada de toda la pequeña isla.
Allá fuimos. Por 2 dólares, nos llevó hasta un precioso hotel a pie de playa de esos que recuerda al caribe, jejeje, por 45 dólares la noche. Y sin más discusión nos decidimos a quedar hospedados en él.
Ya sobre las 5 de la tarde y asentados nos pusimos el bañador, y como no, nos dimos el chapuzón en aguas caribeñas, a esto todo hay que recordar que aquí oscurece sobre las 6.30 y estamos en invierno, la verdad es que se notó la temperatura un poco más baja que en la ciudad de Managua.
Después del sabroso baño se nos abrió el apetito, y como no, en una de las sucursales de la langosta íbamos a dejar pasar la ocasión de comernos una fresca y siempre sabrosa langosta, – ummmmmmmm, por unos 15 dólares americanos cenamos en un sitio fantástico a la luz de una vela, jijiji, conmemorable!.
El caso es que en la isla hay un montón de apagones. Después de u rato volvió. Después de la rica cena, nos vino a recoger nuestro taxero particular para llevarnos a nuestras posaderas.
Camino hacia el hotel ya sin posibilidad de escribir mi crítica, el taxero me paró en una tienda ciber, que era del hermano, y bueno, aquí estoy cansado y con sueño, pero mi honor no a podido dejar a mis lectores impacientes.
Me olvidaba de la anécdota del día, al lado del hotel donde estamos alojados hay otro k vale el doble y es donde se hospedaron los concursantes de supervivientes de esta edición.
Y hasta aquí todo desde la isla del Maíz, a las 10.30 de la noche me dirigiré al hotel a descansar, que mañana toca playita.
Esto es todo, un saludo desde el caribe. Besos
CAPÍTULO V. Corn Island, preciosa isla, si no fuera por la lluvia, pero aconsejable.
Buenos días desde Corn Island!. Siento haber fallado a mis lectores en la noche de ayer pero, bueno, aquí estamos haciendo un esfuerzo mañanero.
Son las 9:15 de la mañana pero vamos a retroceder en el tiempo, 24 horas para retomar nuestra trepidante aventura por estas maravillosas tierras.
En día 19 de agosto de 2010 la mañana se encaraba fantástica, por lo menos los planes eran buenos, recorrer la isla e ir a la playa a tomar un poco el maravilloso sol, que la verdad que me ha defraudado y aun estoy esperando. Lo primero lo he cumplido, el buen compañero, y ya casi amigo taxero, tiene un hermano con una tienda de comestibles, internet, un poco de todo, pero también tiene una motocicleta la cual me ha ofrecido en alquiler para poder recorrer la isla. Por 5 dólares americanos la hora, y un par de litros de gasolina, me he soltado cual melena al viento surcando la única carretera que recorre, esta pequeña pero bonita isla. Parando a tomar alguna fotografía y disfrutando de sus maravillosas vista al mar.
Ya finalizando mi tour en la yamaha 125cc, avisté una tremenda nube negra en el horizonte que no tardó lo que me costó bajarme de la yamaha y ponerme a cubierto de semejante tormenta lluviosa que hizo mera en la bonita isla. Después de 15 minutos de espera como no veía el fin del transcurso de la lluvia decidí finalizar mi tour empapado hasta los orejas, por no decir otra cosa!, jijiji.
Os preguntareis por el carnet, seguro, casco, etc, bueno estad tranquilos, parece que en esta ciudad no hay ley, es como la jungla.
¡Y qué contaros sobre la isla!, pues que es muy tranquila llena de pescadores de langosta y de camarones con un par de empresas que se dedican a la exportación de dicho marisco. Por lo demás como le llaman aquí en nicaragua, es sano!, esto significa que son zonas fuera de peligro y sin delincuencia, bueno eso entre comillas, el caso es que aquí los turistas pueden estar tranquilos, exentos de ningún peligro, más allá de que se los coma un tiburón blanco o un pulpo gigante.
Después de semejante mojadura y devolver la moto a su dueño, a la espera de que parara de llover, cosa que no ha ocurrido, mis planes de disfrutar de estas maravillosas playas se habían truncado.
Lo de tomar el sol ya lo veía casi imposible, pero bueno, eso no me ha impedido poder darme un agradable baño en estas cálidas aguas caribeñas. Ya después de tomar el baño y tomarme un delicioso zumo de fruta 100% natural nos hemos dirigido a comer a un típico restaurante de pescadores situado en el principal puerto de la isla, un ceviche de camarones que si no os gusta mucho, mucho, mucho, el picante, que no se os ocurra pedir nunca, un consejo de amigo.
Lo mejor fue el segundo, un pescado de la zona, de media libra de peso. acompañado con sus papas arroz y ensalada, como es típico en estos lugares.
Os preguntareis que ha sido de mi compañero de viaje, pués como no se ha animado a hacerse el trepidante tour en moto, se ha dedicado a deambular a sus anchas por la isla, hasta la hora de comer, que ha sido a la cual nos hemos encontrado.
Ya de tarde nos dirigimos al hotel a echarnos la siesta, cosa que es difícil por el calor. Nos hemos decidido a darnos otro baño, y así se ha ido la tarde.
Después nos hemos dado otra vuelta por la isla con el taxero en busca de una buena cena, pero al final nos hemos conformado más bien con una cena típica criolla sin nada de especial.
Ya sin más que hacer y sin ganas de este día feo y lluvioso, que la verdad que no ayudan a animarse, hemos decidido retirarnos a dormir, esperando que el día de hoy amaneciera soleado para cargarnos de energía, y como no, broncearnos un poquito. Y bueno, aquí estoy esperando a que amaine la lluvia, mirando por la ventana de este lugar tan emblemático que recuerda a un garaje de hace 60 años con los cables eléctricos colgando de ventanas, unas mallas de metal y por mostrador unas tablas de madera al más auténtico estilo de la zona.
Bueno amigos, parece que sale un poco el sol!, mi plan para hoy es recorrerme la isla corriendo, y a la espera de que amaine la lluvia cosa que parece que está ocurriendo, voy a decidirme a arrancar para recorrer los 12 km que la rodean en su perímetro. Ya estoooooooy decidido!. voy a arrancar.
Y esto es todo hasta hora desde la isla del Maíz.
Estaremos en contacto mis fieles seguidores. Saludos, abrazos y besos para todos menos para Ernesto.
Adeus
CAPÍTULO VI. Regreso de Corn Island a Managua. ¡A ver si comenzamos a dar pedales!
Hola a todos. Ya estoy aquí otra vez.
Como os iba contando, sobre las 11 de la mañana, y después de estar escribiendo mi crónica me he echado al asfalto, a recorrerme la isla, pero esta vez corriendo, cosa que me a costado su trabajo por el tremendo calor sofocante que me quitaba hasta la última gota de oxígeno.
Después de llegar de eliminar esas toxinas que ya estaban queriendo salir de mi cuerpo, me he encontrado a nuestro amigo querido, el cual venía de hacer un tour por el mar en una lancha, en fin que se ha ido a bucear con un isleño y el dueño de la barca, según dice que ha visto unas ruinas de galeones y algún arrecife de coral, y os preguntareis por que yo no he ido con el, bueno pues el tema es que yo quería irme a otra pequeña isla llamada la Islita, pero al final tampoco he podido ir porque ha estado lloviendo toda la mañana y la panga que lleva a la gente es al aire libre, y no tenía ganas de coger otra mojadura.
Cansados de tanta lluvia, decidimos adelantar nuestro vuelo de regreso a Managua un día, y así, ganar tiempo, para poder invertir en nuestro ya cada vez más cercano tour nicaragüense.
Un par de compras y un almuerzo rápido y camino al aeropuerto para partir ya hacia nuestro nuevo destino, Managua!. No sin antes despedirnos de nuestro, ya amigo, el taxero. Un fenómeno!, persona muy grata, al cual le hice uno de mis regalos previstos más queridos, una camisa que llevaba conmigo muchos años, y que la verdad, me ha costado trabajo desprenderme. Pero lo mejor y jamás esperado ha sido cuando el me a dicho que también tenía un regalo para mi. Ya os había contado que el había estado contratado por Tele 5 cuando hicieron el programa de perdidos en Nicaragua, SUPERVIVIENTES. Lo nunca esperado que me regalaran algo en Nicaragua y menos una bonita camiseta Joma de atletismo, nueva, a estrenar, con la iniciales de SUPERVIVIENTES. No os podéis imaginar la ilusión que me hizo.
El regreso a Managua, esta vez ha sido un vuelo en otro tipo de avión, de esos que tienen dos hélices, y ya de 50 o 60 plazas al menos. Un vuelo tranquilo y rápido, nada que ver con aquella trepidante aventura de ida en avioneta.
Ya en tierra me he dirigido a la oficina de Delta Air Lines, a ver si por fin podía recuperar la valorada alforja. No veáis que alegría me llevé al verla.
Ya contentos, de camino al hotel, sólo nos faltaba encontrarnos con mi compañera de viaje, y allí estaba ella, esperando a su macho cabrío esperando a que la montase. Bueno la verdad que no era la cabra que yo había visto el primer día, cambiaba el manillar, este era más incómodo, y el portabultos tampoco valía, osea que ya empezaban los problemas.
Nuestras cábalas ya empezaron a fallar, lo de salir a las 7 de la mañana para poder pedalear por la fresca ya no iba a ser posible, pero no todos los problemas se quedaron en ese, el peor fue cuando me di cuenta de que me había olvidado el pasaporte en la oficina de Delta, ¡lo que faltaba!, la emoción de recuperar la alforja, pero bueno, como dicen en mi país, el que no tiene cabeza tiene pies!. No vayáis a pensar que ha sido un despiste, sino que me gustan las emociones fuertes, jejeje, los cojones!, soy un “empanao”. Y esto a que nos conlleva, os preguntareis, pues esperemos que sólo a un par de horas de retraso, con suerte!.
Y poco más que contaros, una duchita preparar todo el equipaje, la otra bici, etc, y el día se ha pasado.
Hemos ido a cenar a un centro comercial, el mejor de Managua, sólo pijos con sus buenos coches y camisetas Tommy, las chicas ya os podéis imaginar, otro tanto de lo mismo, sólo que de Chanel, y nosotros ya os imaginareis ropa de sport, eso en el mejor de los casos, el mio!, porque como ya sabéis, nuestro amigo como se las gasta con sus pantalones cortados a tijeretazos y su camisa hawaiana, y los calcetines de su abuelo hasta las rodillas, marcando moda. La verdad, que no hemos cenado mal, unas tostas de tomate picado y de segundo un poco de ternera a la parrilla con distintas salsas. No estuvo mal, el precio un poco elevado, 45 dólares que bueno aunque para nosotros no nos suponga mucho aquí es demasiado.
No hay mucho más que contaros, bueno sí, que pensé que había perdido todo lo que llevaba escrito, que bajón, uffffffffffffff –, casi nos quedamos sin historia, menos mal que lo he recuperado dándole al botón de avanzar, ¡¡¡¡QUE SUSTO!, se me ha revolucionado el corazón.
Estoy pensando en empezar a hacer negocio ya con vosotros y cobraros algún incentivo por mi trabajo, jejeje, no sabía que esto de escribir era tan duro y agotador.
Y como decía Bugs Bunny, ¡esto es todo amigos!.
Hasta la próxima. Saludos, abrazos, besos, amor, para el que lo quiera, y para el que no que lo deje pasar, que el mundo está muy falto de cosas buenas y sobrado de malas… bye
CAPÍTULO VII. Arrancamos…, o casi. Ya en Granada. Será verdad que después de algo malo llega algo bueno !
Otro día más que tengo que restar de mi vida. Otras nuevas vivencias que contaros, mis fieles lectores. Diréis que soy un pesimista, pero no es así, lo que pasa que nos quejamos de vicio. Creo que esta experiencia la deberíamos vivir todos. Creo que sería positivo para aprender a valorar más lo que tenemos, y sobre todo, que creo que ayuda a madurar, viendo esta gente la mala calidad de vida que lleva, la pobreza que tienen, unos porque no quieren y otros porque no pueden, pero bueno una cosa si que es verdad, de tener hijos no se privan, creo que eso es lo que mejor saben hacer, después de intentar engañarte de alguna manera para arañarte un par de dólares. Tranquilos que no estoy bajo de energía, si no que de fondo tengo música nicaragüense, de esta que te ablanda el corazón, folclórica nacional, bonita pero un poco sensible, como su país.
Bueno, pues sin ir mas lejos, como ya sabéis, hoy no hemos podido arrancar a las 7 de la mañana como teníamos previsto, tenía que recuperar mi pasaporte y hasta las 8 de la mañana no habría la oficina de Delta. Ya a las 7:45, el taxero en la puerta del hotel. Después de un desayuno continental, nos dirigimos al aeropuerto a recoger el pasaporte. Que alegría cuando lo recuperé. Bueno, sabía que estaba allí, que cabeza!. Sólo me quedaba cambiar la bici que me habían dejado en el hotel, pues era muy similar a la que yo había escogido, pero no era la misma. Llegamos al comercio de bicicletas en el peligroso mercado de oriente y la factura no cuadraba con el sito donde yo había visto la bici. La sorpresa fue cuando el comerciante me dijo que esa bici no había sido comprada ahí. Os imagináis mi cara, jejeje, ya estaba liada otra vez. Bueno por una parte dije para mi, ya tengo otra historieta para no perder la intriga de esta trepidante historia por estas nunca aburridas tierras. A mi ya me olía raro porque el manillar no era el mismo, y bueno estaba como usada, y desajustada. Os preguntareis como comenzó todo este desajuste. El tema fue que el taxero de confianza, el día que compramos la famosa bici no podía venir a llevarnos y se le ocurrió mandar a otro, el cual decía ser su primo, y fijaros como son aquí, que el tío por ganar sobre unos 20 dólares, la que se montó, perdiendo seguro que media mañana, para montar una bici casi idéntica, por piezas, bueno, de chiste, pero esto es lo mas normal en Nicaragua. La suerte fue que el taxista de confianza era buen chaval, y llegamos a arreglar con el del comercio, dejándole la bici mala y al cambio de 20 dólares que puso el taxista de su bolsillo, que bueno al final se los giré de vuelta, porque vi que el, sí fue responsable, y se preocupó de resolverme el problema.
Ya de vuelta al hotel, casi a las 11 de la mañana cuando el sol en este pueblo guisa cucarachas, nos decidíamos a emprender nuestra primera etapa ciclo turista. Por miedo a que nos atracaran, el taxi nos quitó de la ciudad 10 km dirección a Granada, fin de etapa de este día.
Ya en camino, y no con muchas ganas de pedalear bajo el tremendo sol, el taxista nos empezó a decir que esa carretera era peligrosa, y tal que cual, bueno yo quería bajarme del taxi y empezar a pedalear, pero en fin, por 40 dólares nos dejamos llevar hasta la maravillosa ciudad de Granada.
Ya os imagináis la cara de felicidad de nuestro amigo, al verse salvado de otro día sin esfuerzo, más que el de levantar un Tona, (la Tona es la cerveza nacional de Nicaragua).
Ya en Granada, por cierto lindísima ciudad, y fuera de peligros, con sus varias iglesias, su parque central lleno de tiendas de artesanía nacional y con sus gentes desplazándose por toda la ciudad en bicicleta, eso si, lleno de turistas de todas las partes del mundo, caímos en un bonito hotel el cual nos aconsejó el famoso “chuki”, el taxero que nos trajo desde Managua, y por 45 dólares nos hemos decidido alojar en plena calle principal de la ciudad, llena de restaurantes y souvenirs. La verdad que ha sido como una carga de energía, para dejar atrás nuestros malos tragos. Puede ser verdad el dicho de existe la luz al final del túnel. No os lo podéis creer, acabo de levantar la vista de la pantalla y he visto que hay como una docena de una raza de lagartijos colgados de la pared, creo que están espiándome atentos mi historia, parece que no sois los únicos seguidores que tengo, jejeje.
Metámonos en la historia otra vez, que ya no se por donde iba. El sueño se está haciendo dueño de mi cuerpo. Bueno, lo primero era probar mi preciada joya, mi doble ciclo con asiento y casi sin frenos, porque la verdad, que no frena un carajo la hija de la chingada. Una vuelta por la city, me llevó a una tienda de reparación de bicicletas. Yo sólo quería darles presión a mis neumáticos, pero resulta que comentándole al mecánico la ruta que teníamos pensado hacer, me aconsejó cambiarle el eje trasero porque el que llevaba no me iba a resistir con tanta carga. Lo mejor fue el precio, 90 córdobas, o sea ni 5 dólares me iba a costar. Sin más que hablar le dejé la bici y nos fuimos a comer a un sitio típico criollo, y cuando acabamos de comer se nos acerca un niño de 12 años llamado Antonio, y con voz tímida nos pregunta si le dábamos la comida que le había sobrado a Juanillo, y como no!, le ofrecimos un menú para el sólo. Comento que quedó muy contento, pero más contento se quedó cuando le regalamos una camiseta, una toalla, un coche de juguete, jabones, y un par de dólares para que comprase comida para sus hermanos pequeños y su madre, la cual estaba sin trabajar porque tenía una lesión. No os imagináis cuando el niño, te cuenta que nos había pedido la comida de sobra para no comer en casa y poder dejarles la comida para sus hermanos pequeños. Sin palabras, creo que a Juanillo le dieron ganas de adoptarlo, jejeje, supongo que le ablandó el corazón. No sé, si esto nos valdrá para aprender que a veces hay que dar parte de lo que uno tiene, sin esperar un beneficio a cambio. Bueno, no entremos en dilemas.
Pues, después de esta penosa realidad, pero abundante, extremadamente abundante, por desgracia, nos dirigimos a dar un tour por las tiendas de artesanía del lugar y hacer unas pequeñas compras para familia y amigos. La verdad, que hay cosas preciosas. Me llevaría un poco de todo, jejeje.
Ya al anochecer, nos dirigimos a buscar la bici con el mecánico, al cual habíamos encontrado en el centro y tomándonos unas cervezas con él y su pandilla, los cuales, nos contaron que ellos se dedicaban a hacer rutas en bici, o sea que eran aficionados al ciclismo, bueno dentro de sus posibilidades. Nos contó que había unas pozas de aguas termales y que era un sitio idóneo para visitar. Se ofreció a llevarnos, a hacer una ruta por la montaña y visitar dichas pozas, con lo que a mi me gustan, jejeje, eso significaba cambio de itinerario otra vez, perder otro día en Granada y descontarlo de algún otro lugar. En fin, que nos gustó la idea y nos quedamos.
Y amigos, ya queda poco que contaros de este completo día, una buena cena por cierto, un buen solomillo a la brasa, ummm, en un restaurante que no se porqué, no tenía más gente, porque la calidad de la comida era bastante buena, entre unos músicos típicos nicaragüenses que nos ofrecen por 5 dólares 3 canciones, jejeje, y el ya conocido Armstrong aceptó, y bueno ya os podéis imaginar a dos españolitos que parecían que estaban de viaje de novios cenando al son de la música, jejeje,
Y hasta aquí puedo escribir.
Ahora si, agotado, me voy a dormir porque ya llevo dos horas pegado a esta pantalla.
Armstrong ya dice que le sume otro día perdido, a los restantes ya perdidos por diversos motivos, pero bueno, ni caso!. Perderé un día pero ganaré, creo, que una gran historia.
Hoy no me voy a despedir para no hacerme empalagoso.
CAPÍTULO VIII. Hoy estoy cansado.
Hemos salido a tomar algo un ratillo y acabamos de llegar. Son las 12 y 40 de la noche y no me apatece escribir. Mañana madrugamos. Me voy a dormir. Deicamañá.
CAPÍTULO IX. Primera toma de contacto con el hierraco por los alrededores de Granada. Granada, San Juan del Sur, poco a poco.
Hola fieles lectores. Sentimos habernos saltado una entrega de esta trepidante historia de dos gallegiños perdidos por Nicaragua.
El día prometía. Sobre la 7 de la mañana nos hemos levantado con bastante energía, hemos quedado con un amigo ciclista en la puerta de su humilde taller de bicicletas para hacernos un tour por los alrededores de los volcanes de Masaya y visitar unas pozas de aguas calientes que nacen de la tierra debido a los varios volcanes que están en la zona. Después de hacerme unos pequeños ajustes en, de alguna manera, llamarle bicicleta, hemos arrancado para hacernos dicho tour que nos ha llevado toda la mañana, recorriendo un total de 60 km, trayecto ida y vuelta, por pistas de tierra, visitando dichas pozas y como no tomando unos baños. También hemos visto unos familiares de Juanito Armstrong, peluditos y colgados de un árbol, y nunca mejor dicho, el mono se ha olvidado la cámara, y eso que le he preguntado antes de salir del hotel si la llevaba.
Esta ha sido la prueba de fuego para la bicicleta la cual no ha aguantado la presión, y al regreso del tour con todas las tuercas que la componen desajustadas y un pinchazo por medio, la he tenido que meter otra vez en manos del doctor para que le cambiase los cambios, el caset o también los conocidos piñones, rodamientos de los ejes, eje trasero, unas cubiertas más estrechas por que las que traía parecían de camión y un ajuste total. Eso también ha supuesto más gasto, ahora ya la tengo en 120 dólares. En fin que al final ya se está pareciendo a una bicicleta, pesada pero una bicicleta. Lejos queedaron aquellas palabras tan bonitas que le he dedicado cuando la he llamado pepino. No os podéis imaginar lo pesada que es, hasta a mi se me hace pesada en las cuestas y para que yo lo diga… , ya os podéis imaginar!.
Después de llegar al hotel, tomarnos una ducha y ponernos visibles, nos hemos dirigido a almorzar con nuestro amigo el ciclista. Esta vez hemos pasado de caros restaurantes y hemos almorzado en un típico sitio, muy limpio, y como no barato. Por unos tres dólares persona.
Granada tiene muy buenos restaurantes todos de dueños norteamericanos, gringos y también europeos, pero su precio ya se dispara a unos 15 dólares persona. No todos los sitios baratos son limpios y adecuados, pero siempre un buen guía es importante en cualquier lugar.Después de nuestro pequeño esfuerzo, hemos tomado una siesta al más estilo español. Tras este gran invento español, la tarde ha transcurrido visitando el muelle Granadino, sobre el gran lago de Nicaragua y callejeando un rato por esta pequeña pero bella ciudad. Así hemos pasado la tarde,ya con el apetito abierto nos hemos vuelto a dirigir a cenar al famoso restaurante del mediodía, se dice que cuando una cosa te gusta la repites, pues este ha sido el caso, aparte que todas las noches tienen churrasco para cenar, por si se os ocurre ir, el restaurante se llama Beroque. Esta información la dejo caer por si acaso esto sale algún día a la luz y alguien se decide a hacerle caso a los pasos de este humilde ciclo turista gallego.
Al regreso al hotel, hemos entablado conversación con unas chicas, las cuales estaban hospedadas en el mismo, que resultaban ser españolas, muy majas, nos han invitado a tomar algo con ellas, una enfermera, una psicóloga y una dentista. Bueno eran un grupo de 9 pero el resto estaban en otros lugares. Están en misión humanitaria pero costeándose ellas los gastos. Entre ellas había una de Santiago de Compostela, la cual trabajaba en el hospital de Pontevedra, la verdad que ellas si que padecen la realidad de este país, visitando sitios recónditos e inhóspitos, ya os podéis imaginar, bueno y hasta aquí ha llegado este día por estas tierras.
Son las 12 y 56 de la madrugada, estoy cansado, y de fondo tengo la música de los diversos locales que hay en este lugar, podría estar por ahí golfeando de discoteca, pero bueno aquí me encuentro, ya como si tuviera 60 años, lo malo es que aun no tengo nietos, y bueno ya os podéis imaginar donde está mi compañero, si!, ahí donde habéis pensado todos, y ya hace un buen rato, bueno la verdad es que hoy ha sido un día bastante duro, después de llevar tantos días a la bartola sin hacer nada, hoy hemos rodado bastante bien, sobre unos 110 km. Hemos partido alrededor de las 7 y 30 de la mañana, con lluvia, y durante un buen rato. A medida que la mañana ha ido transcurriendo el tiempo ha mejorado, lo bueno es que el tramo ha transcurrido la gran parte en plano, sin grandes desniveles. Nuestro destino ha sido San Juan del Sur, y como la palabra lo dice, es una zona turística de surferos, situada en el sur de Nicaragua, haciendo frontera con Costa Rica, en el pacífico sur. El transcurso de la ruta lo hemos llevado bien, tomando nuestras paradas para reponer fuerzas, y poco que deciros sobre el transcurso de la ruta, pues no hay más que campos sin cultivo, y eso sí, una zona de ganaderos con una raza de vaca con una pequeña joroba en su lomo alto.
Ya casi llegando a San Juan, en un pueblo llamado Rivas, de unos 40.000 habitantes, y situado a una altura de 50 m desde el nivel del mar, si que se ven grandes zonas de cultivo de plátanos, piña etc, esas frutas tropicales que tanto nos gustan. Lo que si tiene esta carretera Panamericana es, que es muy peligrosa, con pequeños arcenes y camiones que cruzan toda Centroamérica a toda pastilla. Cuidado amigos ciclo turistas, orillaros lo más que podáis, no confiaros, nunca se está exento de peligro. La verdad que aquí son mas peligrosos los camiones que los ladrones.
Por lo demás contaros que Armstrong me supera, he llegado con las fuerzas al límite, y bueno normal, el calor me agota. La verdad es que hoy, después de la mojadura, hemos tenido una temperatura no muy elevada, con el día medio nublado. Si estáis pensando que si lo he dejado abandonado, no ha sido así, no porque es él el que lleva el dinero y si lo raptan a ver que hago yo, jejeje, y la verdad que con este tremendo hierro que llevo por bicicleta, no se puede avanzar mucho más rápido. No de veras, aquí es importante no distanciarse mucho e ir juntos.
Fin de etapa y llegada a San Juan del Sur sobre las 3 y 30 de la tarde. San Juan un precioso lugar con una bellísima bahía bañada por las aguas del pacífico. Lo primero buscar alojamiento, cosa fácil!, hay un montón de sitios con diversos precios para todos los gustos.
Ya hospedados, dejar la bicis, y como no, ponerse un bañador y adentrarse en esas oscuras aguas debido al desemboque del río enlodado que arrastran todos esos lodos a su paso. El agua a una temperatura ideal, casi casi como la del Caribe, eso sí, el mar mucho más bravo y con un fuerte olor a mar que nos trae lindos recuerdos a nuestra Gallaecia natal.
Después de una pequeña sesión de fotos, una ducha y una siesta a nuestro más puro estilo. El día ya casi había dado de si todo lo que tenía que dar. Hoy hemos decidido tomar una pizza como buenos gringos. Después nos hemos dado un giro observando sus varias terrazas sobre la playa, con música en directo, etc. Muy bien montado todo, proyectado hacia un turista surfero, pues aquí se haya una de las cunas del surf. Y bueno amigos, creo que esto va a ser todo. Aquí son las 2 de la mañana, ahora mismo algunos estaréis casi levantándoos y otros supongo que casi acostándoos, depende de la fiesta. Bueno sea como fuere espero que os lo halláis pasado bien,.
Este humilde servidor se despide hasta la próxima entrega. Hasta pronto. Muchos abrazos a todos.
CAPÍTULO X. Desde San Juan del Sur con dirección a la isla de Ometepe, con su gran lago y su gran volcán de 1600 m de altitud.
Me parece que voy retrasado un día, pero más vale tarde que nunca.
Domingo 22 de agosto de 2010 en tierras del sur de Nicaragua, San Juan del Sur, ese sitio lleno de surferos y de playas de arenas coloreadas que se sitúan como a unos 10 km, playa Madera y playa Coco, a las cuales la lluvia no nos ha permitido ir. Para ir a estas playas es necesario viajar en unas barcas que salen todas las mañanas del puerto y cuestan sobre 10 dólares o bien alquilar una moto o quad y dirigirse por sus caminos embarrados y poco accesibles por estar en mal estado.
Hoy me he levantado algo tarde. La noche ha sido tormentosa y con fuertes lluvias, de esas que no apetece levantarse nunca de la cama, pero en fin el destino nos guardaba un día completo de historias para poder contaros.
Como todas las mañanas nos hemos ido a coger fuerzas para poder afrontar la corta etapa que teníamos pensado llevar a cabo hasta nuestro destino. Preparar las alforjas, hacer unas pequeñas compras en San Juan del Sur y comenzar a pedalear. La mañana prometía. Corrían allá por las 11 de la mañana cuando circulábamos por nuestro segundo kilómetro de etapa, cuando vemos pasar una moto en nuestra dirección, de repente se le cruza un pequeño gorrinillo, y ZAS!, vemos salir al duro motorista disparado, con su casco de obrero de la construcción, la moto estampada contra el suelo y el más dañado de todos, el gorrinillo, dando sus últimos espasmos de vida dirigiéndose hacia otra vida mejor. Menos mal que todo quedó en un susto para el pobre conductor, que no se ha hecho más que unas rozaduras en brazos y piernas. Ya viendo que tenía todos los huesos en su sitio se decidió a arrancar la moto y desplazarse el solo hasta el centro médico, y nosotros a lo nuestro otra vez a emprender la marcha hacia nuestro destino, la isla de Ometepe, situada en el lago de Nicaragua, con 50.000 habitantes, 270 km de perímetro, y el volcán Concepción, el más alto de toda Nicaragua con más de 1.600 m de altitud, entre todos sus más de 50 volcanes que discurren por toda Nicaragua. Después de pasar por Rivas y circular unos 35 Km, son los que separan a San Juan del Sur a la isla de Ometepe por carretera, sin contar el trayecto en ferry que hay que llevar a cabo por el lago Nicaragua y que consta de una distancia de unas 8 millas, cuesta 2 dólares y medio por persona y bicicleta y tiene un tiempo estimado de duración de 1 hora,l as salidas se llevan a cabo de hora en hora desde las 5 y 30 de la mañana hasta las 5 y 30 de la tarde el último.
Ya en la isla, sobre las 5 de la tarde, nos hemos alojado en un sitio llamado Hotelito. Normalito, pero por 20 dólares no se puede pedir mucho, aunquee en la isla existen varios sitios en los que puedes dormir desde 1 dolar y medio en una hamaca y 3 en una cama, pero compartiendo habitación y baños.
Después de acomodarnos y guardar nuestras burras a buen recaudo, hemos dado una pequeña vuelta por la zona de Moyogalpa, que es donde nos hemos alojado, ya entre confusos de que es lo que íbamos a hacer al día siguiente tras las diversas actividades que puedes desarrollar en la isla, como navegar en kayak, subir de ruta caminando con un guía hasta el volcán, alquilar una moto o quad y recorrer la isla, o darte un garbeo en bici que también puedes alquilar allí mismo, bueno al final hemos decidido ir uno por cada lado. Yo me he decidido a subir al volcán y mi compañero a recorrer un tramo de la isla en su bike.
El día se agota. Ya entrados en la noche y teniendo que madrugar para salir a las 6 y 30 de la mañana hacia la ruta de los volcanes, poco quedaba por hacer más que ir a cenar, como no, un pescado típico del lago, para ya desde ahí dirigirnos hacia nuestros aposentos.
Y hasta aquí puedo escribir. Se me cierran los ojos y el cansancio se hace mella de mi cuerpo.
No os perdáis el próximo capítulo. Os gustará. Subida al volcán de Concepción… Continuará.
CAPÍTULO XI. Subida al volcán de Ometepe y regreso a Granada.
Allá por las 6 de la mañana, como buen madrugador, salto de la cama dispuesto a afrontar la dura subida al volcán de Ometepe.
Como todas las mañanas coger fuerza con un buen desayuno y a reunirme en el punto de quedada con el resto de participantes y el instructor. Ya todos reunidos coger el autobús que te sube a un punto de 2 metros de altura, el punto más alto al que puede acceder el autobús. Ya os imagináis el autobús, estadounidense de colegio de los años 50, de esos que poco más hay que bajar a empujar. Ya en el punto de partida todos preparados con sus botellas de agua para afrontar el poderoso calor y poder hidratarse, el grupo se componía de 8 personas y el guía, que por cierto, fantástico guía, uno de los más preparados de Nicaragua, tras su corta edad de 23 años, especializado en flora y fauna, un sabio conocedor de la naturaleza. Si os animáis a subir al volcán podéis preguntar por él, se llama Luis.
La subida en su comienzo no parecía dura, pero tras recorrer el primer kilómetro se empezó a endurecer, y cuanto más se elevaba más dura se hacía. Bueno para mi, que os voy a decir, pan comido, pero para el resto del grupo fue bastante dura, o eso se reflejaba en sus rostros y en sus camisas sudadas a litros.
Al parecer le he caído bien al guía, y desde el principio caminé con él, ayudando al resto de las chicas del grupo por las zonas más duras, a las cuales se le hacía difícil subir.
El problema del volcán es que sólo se puede subir hasta los 1200 metros de altitud, los últimos 600 metros están prohibidos por el gobierno Nicaragüense, debido a que el volcán está en sucesiva expulsión de gases, los que salen a un a 160 grados centígrados. Hay guías que si tienen subido pero estos son exentos de licencia y se juegan la vida por un puñado de dólares.
Lo que encontramos a los 1200 metros son unas fantásticas vistas al lago y a la península, desde una zona al que le llaman mirador. También se puede apreciar la cumbre del volcán.
Después de cargar las energías con unas galletas y unos tragos de agua sólo nos quedaba la bajada, ya no tan dura como la subida, pero nada fácil. Entre el transcurso, el buen guía, nos a instruído sobre las plantas y árboles de la zona, de los cuales se extraen infinidad de medicamentos naturales.
Como os había contado, he hecho buenas migas con el guía y charlando con él me ha ofrecido dar a conocer la isla en su fantástica moto.
Después de invitarlo a comer y agarrar fuerzas me ha dejado su moto de cross y hemos hecho sobre unos 80 km ida y vuelta, hasta un lugar conocido, Santo Domingo. Un rápido baño en el lago y venga, arrancar a toda pastilla, pues nuestro ferry partía a las 5:30, y era el último en partir de la isla.
Después de regalarle a Luis una camiseta y un bañador, ha llegado la despedida. La verdad que me hubiera quedado un día más, y conocer algo más la isla con él, el cual, me había ofrecido hasta su casa gratis para quedarme.
Os preguntareis que ha sido de Armstrong, pues ha dicho que se ha hecho una ruta en su bike por la isla.
Y poco más. Después nos hemos encontrado a las 5 en el hotel, y partir hacia San Jorge, que es el pueblo de donde parte el ferry. Ya llegando a San Jorge y de noche, empezó a caer una tormenta de agárrate, y nuestro plan de agarrar un bus se quebró, osea que tuvimos que pasar al plan B, que era agarrar un taxi, que por unos 25 dólares nos llevó hasta Granada, que sería nuestro punto de partida de la siguiente etapa.
Ya en Granada regresamos al mismo hotel donde habíamos estado alojados dos días antes.
Corrían sobre las 9 de la noche osea que sólo nos quedaba tomar una cena y a dormir.
Bueno antes nos volvimos a encontrar a nuestras amias españolas, con las cuales estuvimos de charla un ratejo.
Y así culminaba nuestro día.
CAPÍTULO XII. Con el agua hasta el cuello. Punto de salida Granada. Destino de etapa Boaco.
Eran sobre las 7 de la mañana cuando nos levantamos y como todos los días coger fuerzas con un buen desayuno.
Después de despedirnos de nuestras amigas españolas y preparar nuestras burras, arrancamos dirección Boaco.
Comenzamos a circular por una pista de tierra que tenía pinta de prometer, pero nada más a nuestro pesar, la pista se iba empeorando de muy mala manera hasta el límite de tener que surcar charcos que imitaban a pequeños lagos. Lo más divertido fue cruzar un río, al más estilo del oeste, en una barcaza que se propulsaba por un motor mecánico de combustión, más viejo que matusalén. No os imagináis el show para subir un todoterreno a la barcaza teniendo que amontonar sacos de arena pop culpa de las lluvias, las cuales habían hecho crecer el río de una manera considerable.
Ya en la otra orilla del río, y con el tiempo ya fuera de nuestros planes previstos, por culpa de esta trepidante experiencia, retomamos nuestro camino hacia Malceatoya. Ya allí nos hidratamos con unas coca colas, dándole un empujón de azúcar a nuestro sangre. Llevábamos unos 40 km y ya eran sobre las 11 y 30 de la mañana, cuando allí mismo nos dijeron que nuestro recorrido previsto era imposible de hacer sin una barca. Según la gente de allí para llegar a Boaco por esa ruta teníamos que cruzar dos ríos, los cuales estaban crecidos después de las intensas lluvias. La única posibilidad era cruzarlo a nado, lo malo eran las bicicletas. Bueno hay que verse en el caso. Ya nuestros planes de ruta se tergiversaron y tuvimos que cambiarlos dando un buen rodeo de unos 45 km hasta Tipitapa.
Después de u buen esfuerzo por un camino de cabras y con un sol aterrador llegamos a Tipitapa, sobre las 3 de la tarde. Pero claro, hasta nuestro destino nos faltaban 65 km, casi imposible con ese calor tan fuerte y todos los km que llevábamos encima.
Entonces decidimos agarrar una guagua, que por 100 córdobas nos llevó a nosotros y a las bicis hasta Boaco,. El viaje en bus trepidante, con un conductor que creo que debía estar como mínimo entre rejas, un temerario del asfalto. Después de 2 horas de trayecto, y dándole gracias a Dios por haber llegado sanos y salvos, tuve que cambiarle los pedales a mi machine, a la cual parece que no le gustaron las inmersiones que había sufrido durante el día, en las tremendas charcas.
Después del pequeño ajuste, nos dirigimos a buscar un hotelito en el centro, que nos costó sobre unos 15 dólares, tampoco hay mucho donde elegir, pues Boaco es una ciudad de paso, pequeña y con poca demanda turística.
Ya acomodados, lavar un poco de ropa, una buena ducha, que esta vez tuvo que ser a calderos, pues el grifo del hotel estaba estropeado, y poco más que contar de este emocionante y empapado día, más que una buena cena y a la cama temprano, que mañana toca etapa dura, eso sí, comentaros sobre esta ciudad que está rodeada de montañas y es una gran productora de café.
Y así finaliza el día de hoy.
Voy a ver si me da tiempo a escribir otra etapa que voy muy retrasado, aparte no tengo ordenador en el hotel y ayer no me dejaron conectarme después de las 10 de la noche. Para que veáis que no es mi vagancia, sino que hay otros motivos, entre ellos el calor que hace en este ciber.
CAPÍTULO XIII. De Boaco a Matagalpa. Subidas y bajadas que se hacen infinitas.
De Boaco a Matagalpa. Subidas y bajadas que se hacen infinitas. La bike parece que se queda clavada en las cuestas, como Jesucristo a la cruz.
Llevo tanto retraso que ya se me olvidan pequeños detalles. A ver si nos ponemos al dia, jejeje.
Día 25 de agosto del 2010.
Continuamos por tierras Nicaragüenses con nuestro tour. Este día ha transcurrido todo por etapa de montaña y con un calor asfixiante.
Hemos arrancado sobre las 7 de la mañana, la verdad que este día si que he dormido bien, pues me he acostado a las 8 de la noche y me he quedado drogi hasta las 6 de la mañana, en fin, me hacía falta descansar, porque con esta nueva faceta de escribir al final estoy durmiendo todos los días dos horas menos qu mi compañero y eso tarde o temprano pasa factura.
Como os iba contando hemos hecho una etapa entre las 7 y 30 y las 11 y 30 de la mañana de unos 60 km, que son los que separan Boaco de un muy muy pueblito, bastante pequeño al sur de Boaco. Este día nos hemos deshecho de bastante equipaje como camisetas y diversos regalos, pues parece que las subidas hacían sufrir a nuestras piernas. Cuando se mezcla tanto calor con subidas, parece que el aire no entra en tus pulmones y el cansancio se multiplica. En fin, no es recomendable hacer esta ruta por principiantes y sin un previo entrenamiento, bueno y aun menos, con un hierro como el que yo llevo, con llantas de hierro, manillar de hierro, etc etc… HIERRO.
Por lo cual, y aún a unos 70 km de distancia de nuestro destino, Matagalpa, el transcurso del camino era por una pista odiosa de baches y subidas hemos decidido coger le autobús, muy a mi pesar, aunque pensándolo bien, hemos hecho bien, por que no hubiéramos llegado de día, e igual tendría que a ver cargado con mi hierro y con Armstrong, jejeje.
El autobús es una odisea en Nicaragua. Sus gentes cargadas de frijoles, arroz, vendedores de todo tipo de bebidas y comidas, que se bajan y se suben en diversas paradas, vendedores de medicamentos, y lo bueno es que la gente les compra. Y lo más anecdótico del camino, un predicador que parecía que había salido de los caminos del cielo, todo un show de autobús, bueno y si padecéis del estómago no es aconsejable, pues llegarás con unos pequeños mareos y con todos los huesos del cuerpo desencajados.
Llegando a Matagalpa sobre las 2 y 30 de la tarde, como todos los días, nos quedaba buscar un hotelito por el centro para asentarnos en la ciudad. En la calle central, hotel central, por unos 17 dólares tenemos un hotelito bastante limpio y bastante moderno comparado con otros que hemos dejado atrás.
Después de una duchita fresca y con un hambre voraz, deambulando por las calles de Matagalpa, nos encontramos con uno de Vitoria, un tipo anecdótico donde los haya, con sus tatus y una pose a lo Hulk, el hombre llevaba 17 años viviendo en Nicaragua y nos aconsejó un italiano que estaba muy bien, La Vita Bella. Unas buenas ensaladas regadas como no, con un vinagre de la ciudad de Módena y unos buenos platos de pasta con salsa de setas, toda una carga de carbohidratos para recuperar fuerzas.
Y que contaros de Matagalpa. Una ciudad tranquila con su grande mercado, gran productora de café con un montón de empresas de importación de dicho producto. Situada en un valle rodeado de diversas montañas, lo cual la hacen una de las ciudades más frías, entre comillas, de Nicaragua. Una bonita catedral al más estilo español, siento no poder dar más datos, pero si buscáis en internet seguro que os dice lo que os haga falta saber, jejeje. Aconsejable, bueno y anecdótica, pero cierto, es donde he visto las chicas más guapas de Nicaragua,e n comparación al resto del país.
Después de un recorrido por su catedral y sus calles principales nos hemos subido a un mirador donde se puede apreciar unas asombrosas vista de la ciudad. Se puede subir andando pero por unos 4 dólares es más cómodo agarrar un taxero.
Después de hacer un poco de turismo por la ciudad de Matagalpa, nos hemos ido a tomar unos batidos estupendos de una fruta llamada guanabana, una des sus infinidades de jugos naturales que existen en este país y que a mi tanto me gustan, jejeje, la verdad es que me tomo unos cuantos al día, su precio oscila entre 15 y 30 córdobas, más o menos unos 40 o 80 céntimos de euro según el lugar.
Y ya poco mas que contaros de este día, más que dirigirnos al hotel a descansar.
Bueno creo que me voy a tomar uno de esos jugos que tanto me gustan.
Desde Nicaragua, Sechu con sus crónicas poniéndose al día se despide de todos ustedes hasta mañana.
Que tengan un buen día. Por aquí todo genial, el tiempo se nos agota. Espero que estéis todos bien y os mando mucho amor desde etas tierras…
CAPÍTULO XIV. Matagalpa a León. 150 km de distancia, casi imposible con pocos días por delante. A tirar de bus.
Día 26 de agosto.
Hoy nos hemos levantado algo más temprano, sobre las 6 de la mañana, con plan de desayunar y arrancar lo antes posible, pues nos quedaba una etapa durísima por delante, nada más y nada menos que 150 km, con la mala suerte de que en el hotel donde estábamos hospedados no daban desayunos, y al parecer a la gente aquí, no le gusta madrugar, pues no hemos encontrado ningún sitio abierto, a esas horas, o sea que hemos decidido arrancar sin desayunar.
Ya de camino hemos parado en una tiendecita de barrio y nos hemos tomado unos batidos.
Con el cuerpo cargado de energía, hemos emprendido de nuevo el viaje. De camino hemos apreciado un montón de empresas que se dedican al secado, tostado y envasado del café. Todas estas empresas exportan a empresas de otros países sudamericanos, para ellos, a su vez, importar a Europa, etc.
A unos 40 km de Matagalpa en dirección a Managua os encontrareis con un pueblito llamado Sebaco. Ahí es donde hay que cambiar de carretera para dirigirse a León. Carreteras ya con pocas subidas, pero el sol aprieta y las fuerzas están justas, el cansancio se acumula, Armstrong parece que se lesiona un aductor, y después de llevar unos 70 km, a las 12 del mediodía decidimos rendirnos a la comodidad de viajar en uno de estos anecdóticos autobuses. Por un precio de 5 dólares hemos viajado 80 km, dos personas y dos bicicletas, en un tiempo estimado de 1 hora 30 minutos.
Por otra parte agarrar el bus, nos permite también poder disfrutar de más tiempo de la ciudad de León.
Ya sobre las 2 de la tarde hemos llegado y nada mas apearnos del bus ha empezado una de estas tremendas tormentas borrascosas que se ha llevado por delante hasta tenderuchos del mercado. Contaros, que la verdad, en este país hacia falta un poco de mano dura y un poco de higiene, cuando ves como tiran la basura a los ríos que se forman en las calzadas, ya uno se imagina como puede ser el resto de la situación en la ciudad. La verdad es que no hay casi papeleras, según dicen porque las roban, pero bueno, aún así creo que el gobierno no invierte un duro en el país.
El otro día estuve charlando con un viejito y me decía que el gobierno de ahora, de izquierda, está haciendo algo más por este pobre país, más carreteras, llevar agua y luz a lugares inexistentes de ello, pero bueno, no os penséis que mucho, porque yo creo que más del 50% del país carece de estas dos cosas tan básicas pero necesarias.
Una vez pasado este fuerte chaparrón, nos quedaba arrendar donde dormir. Deciros que en León eso no es problema, pues hay una gran variedad de precios y lugares donde hospedarse
Parece que se lleva mucho en la juventud eso de los albergues, que por unos 6 dólares tienes tu cama con baño, en unas habitaciones de 6 personas, la verdad, que nada que ver con un albergue de peregrinos, las camas son algo más cómodas y grandes, no es que haya dormido, pero si nos las han enseñado, osea, que si alguien quiere gastar poco dinero, y viajas solo, que mejor lugar que éste.
También podrás conocer gente la gran mayoría norteamericanos, pero nosotros, como ya no tenemos 20 años, nos hemos decidido ir a un hotel llamado Los Balcones, el cual valía 60 dólares, pero ya con mi experiencia, lo he conseguido dejar en 43 dólares con desayuno, que no está mal para la calidad del hotel.
Ya acomodados y con la tarde encima, aún nos quedaba almorzar.
Un pequeño recorrido por el centro y diversidad de sitios donde elegir. Gran variedad de restaurantes.
Y que deciros de León, una de las grandes capitales de Nicaragua, con sus famosas catedrales, sus parques y sus famosos volcanes, con gran variedad de ofertas de tours por sus alrededores. Uno de los más famosos es la subida al Cerro Negro, un volcán a unos 30 km de León, con la oferta de hacer boarding, por unos 23 dólares te llevan y te traen con tabla y equipaje. Las salidas son todos los días en el hotel Biffor, a las 9 y 30 de la mañana. En el pack, también te regalan una camiseta y un mojito. En fin nosotros como buenos ruteros hemos decidido hacer el viaje en bicicleta.
Nada más que deciros de este día. Bueno si, que por primera vez he visto la tele mientras, como no, Armstrong dormía. Sobre las 10 de la noche ponían Al Capone, la primera versión donde Sylvester Stallone aún llevaba pañales, lo malo que me he quedado dormido viéndola y no he podido ver el final.
Y amigos este sí que es el final de este día. Mañana no os perdáis el capítulo, por cierto, muy interesante.
Os adelanto el titulo: «RUTA POR LOS VOLCANES, SUBIDA AL CERRO NEGRO CON BOARDING INCLUÍDO, ACONSEJABLE».
Se despide vuestro amigo, con cariño.
CAPÍTULO XV. Ruta de los volcanes. Subida al cerro negro con boarding incluido. Aconsejable!
Corría allá por el día 27 de agosto en la ciudad de León, Nicaragua.
Hemos llegado el día de ayer, y hemos decidido acabar nuestras vacaciones en esta tranquila y turística ciudad, ya que desde aquí, nos podemos desplazar a los bellos lugares que existen y hacer alguna ruta más en bici.
Hoy hemos decidido subir al Cerro Negro, que está situado a unos 30 km al oeste de León.
Salimos desde el hotel sin mucha prisa, sobre las 8 de la mañana, con las fuerzas cargadas.
Nos ha llevado casi 3 horas hacer este trayecto pues el camino está en bastante mal estado, de tierra y en su mayor parte de arena donde las ruedas se te entierran y la bicicleta se queda clavada.
Hay tramos que hasta bajando se para y sobre todo si calzas unas cubiertas como las mías de 16 milímetros, con algo de taco, Armstrong no ha tenido ese problema, pues traía unas de 21 milímetros, pero aún no suficientes para este duro trayecto, no aconsejable para cualquiera.
Si alguien se decide a hacerlo calzar unas buenas cubiertas, al menos de 22 milímetros, si no queréis sufrir.
Ya a los pies del volcán se encuentra una caseta de la comunidad, que es la encargada de vigilar la zona.
Allí tienen refrescos, y también lo más importante, que alquilan las tablas para hacer boarding, por un módico precio de 5 dólares, también te cobran otros cinco por entrar al Cerro Negro, en fin todo un negocio, y que no se sabe a donde irá a parar ese dinero, en fin, hay que acordarse que estamos en Nicaragua.
Os tengo que contar, que sólo ha habido una persona que se ha tirado en bicicleta por el Cerro Negro y ha batido un récord mundial de velocidad, con una velocidad de 177 km por hora, el vídeo está colgado en la red, el individuo se llama Barone.
Contaros que yo he estado a punto de ser el segundo en el mundo, solo un pequeño detalle me ha frenado, la bicicleta que yo llevaba no era apta por la cubiertas tan estrechas. Mi amigo Armstrong, conociéndome, no ha querido dejármela, ya no se cuantas veces me ha salvado la vida, y bueno creo que aparte haría falta un buen equipaje de protección, no tirarse en camiseta y short.
La primera vez que Barone se tiró partió la bici y se partió él.
Lo que hemos hecho ha sido alquilar unas tablas y venga para arriba.
La subida hasta la cumbre del volcán es de unos 45 minutos pero si os movéis un poco, llegareis en unos 30.
Deciros que yo he tardado unos 20 minutos en subir, pero eso es no apto para cardíacos. Cuando llegué arriba, Armstrong me esperaba desde hacía un rato, había atajado por la mitad del recorrido.
Durante la subida notas como el volcán desprende humo y unos fuertes olores a azufre.
La última vez que este volcán ha estado en movimiento ha sido en el año 98, hubo un gran terremoto que azotó la parte occidental de Nicaragua.
Se han formado unos pequeños cerros alrededor del volcán, esa fue la más leve y la más grave ha sido alrededor de unos 25 años, si que ha sido bastante grave, pues han tenido que evacuar a la gente de los alrededores.
También han muerto un montón de niños de corta edad, debido a los fuertes gases como el azufre.
Ya en la cima mirar hacia abajo no impresiona tanto, y más si ves como otra gente que está delante se lanza.
La velocidad media que se puede coger en tabla es de unos 40 km por hora, pero por lo general la gente se cae antes y eso le reduce muchísimo la velocidad. Las tablas son lentas y tardan en arrancar.
Yo me he tirado sin pensar, sin ningún tipo de protección más que el casco de la bici y no me he caído.
La gente suele ir preparados con sus monos, rodilleras, gafas etc, por las rascaduras que puedas sufrir.
Armstrong lo ha vivido en sus carnes, iba demasiado rápido, pero bueno nada que no cure con un poco de yodo. Pero no solo Armstrong se ha caído, un porcentaje alto de gente es la que se sale de la tabla. La tabla, es eso, nada más que un pedazo de tabla con una lámina de metal por su parte inferior, con un
barrote para apoyar los pies y una cuerda para levantar la proa y que no se entierre e la arena.
Una vez abajo se te hace corto el viaje, y dan ganas de volver a subir, en nuestro caso no ha sido así porque ya eran sobre la 1 de la tarde y a esa hora el sol te mata.
La experiencia recomendadisima, si vais con un pack de viaje os recogerán a los pies del volcán con un camión o todoterreno, a nosotros no nos ha quedado mas remedio que patear hasta el punto de partida.
Devolver la tabla, recoger las bicis y venga de regreso a León. Esta vez hemos bajado por otro camino más corto, el cual se ha dilatado unos 22 km, pero igual de duro, la bicicleta se seguía quedando clavada en la arena y tras montar y desmontar de la bici, ha sido bastante dura la ruta.
Ya con la fuerzas justas, y si probar bocado desde el desayuno, hemos tardado sobre dos horas en bajar. Y aún se me ha hecho más dura la bajada por culpa del manillar de la bicicleta, que giraba sobre sí. Parece que no le ha gustado el descenso, como no, he llegado con él casi en la mano, en fin es lo que tiene esta bici, tiene que pasar por el taller al final de cada día y hacerle algún ajuste.
Ya en el hotel y llenos de barro y polvo volcánico hasta las orejas, sólo nos quedaba darnos una duchita y almorzar, que nuestros estómagos estaban hambrientos, después de almorzar y realizar alguna comprilla, el día ya se estaba agotando. Hemos vuelto al hotel a descansar un poco, ya que era viernes y había que salir un ratillo.
Un amiguete que hemos conocido, nos ha llevado a una disco, por llamarle de alguna manera, pero eso se ha quedado en un ratillo, aquí un servidor desde que no bebe parece un lisiado del Vietnam, pero bueno menos mal que Armstrong estaba allí para salvar la situación. Que tío, nunca se le acaban las fuerzas, siempre bailando y un salero difícil de describir. Yo con con mucho sueño, o sea que ya os imagináis un par de Coca Colas y a la cama, sobre la 1 de la mañana, en fin, tampoco es muy compatible el deporte con la fiesta, y al día siguiente queremos ir a Las Peñitas, un sitio de playa situado al este de León, en la costa del
Pacífico.
Este ha sido nuestro día, espero que estéis siguiendo las crónicas, aunque como no recibo críticas ya no se si mis fieles lectores me han abandonado por una de estas series tan pésimas norteamericanas que echan en la televisión, como House, etc, o un programa de esos de verano de la primera cadena.
Hasta pronto.